La bicicleta el transporte más sotenible

La bicicleta es un medio de transporte limpio, rápido, barato y sostenible.
Por eso cada vez adquiere un papel más importante en la movilidad de muchas ciudades del mundo, en ciudades importantes como:
  1. Amsterdam: Un 75% de los casi 750.000 habitantes de Ámsterdam posee una bicicleta y un 50% la usa a diario. La ciudad dispone de una red completa de carriles bici, excepto en el corazón de los canales, donde hay que manejarse con mayor destreza que nunca debido a las calles estrechas y al tráfico de coches.
  2. Estocolmo dónde desde el 2001 hasta el 2006 el número de ciclistas aumentó aproximadamente desde 30.000 hasta 100.000 y las perspectivas son de que esa cifra continúe en aumento. La ciudad dispone de unos 350 kilómetros destinados a la circulación de bicicletas.



Pero que pasa en España, porque este país esta tan atrasado en relación al resto de Europa: Las causas del retraso español hay que buscarlas en el pasado siglo, cuando la incipiente industria de los años veinte se vio truncada por la Guerra Civil y una posterior dictadura que, prohibió el uso de la bicicleta si no era con fin deportivo o la utilizaba un niño. El desarrollo industrial y económico de la década de los sesenta llegó con una explosión del automóvil y la consiguiente transformación de las ciudades para facilitar su paso. "De ir andando o en burro se pasó al seiscientos".


Y de eso derivo la actual situación respecto a los carriles bicis en muchas ciudades de España, y de aquí salió “el miedo a ir en bici por la ciudad”, este, se multiplica y se puede explicar, en cierta medida, con las bajas estadísticas españolas, que cifran en 11 millones el número de bicicletas en uso. "Montar es peligroso, tienes que tener los cinco sentidos funcionando al 100%” porque en España el resto de vehículos no respeta la bici, todo y que la gente se decide por este medio sostenible siendo lo único que les faltaba después de optar por un modelo de vida diferente y sostenible.

Bicicleta y coche, el transporte sostenible.
El transporte es el sector más desbocado en cuanto a sus emisiones de CO2. Según los estudios de la propia UE, la mitad de estas emisiones se producen en las zonas urbanas y metropolitanas.
Efectivamente las emisiones de CO2 en el transporte por carretera son las que más han aumentado desde 1990, tanto en el Estado español –prácticamente el doble hasta 2007 (un 97%), si bien luego se han reducido algo por la crisis, no por las políticas de las administraciones– como en Europa –donde el aumento ha sido del 32%. 
De hecho, el transporte es ya en España el sector que más gases de efecto invernadero emite, por encima del 25% del total. Siendo éstos los datos, es evidente que las cosas no se están haciendo bien pese a los discursos de movilidad sostenible.
Los principales emisores de CO2 son los coches: quemar 1 litro de combustible supone emitir 2,3 kg de CO2. Así, cada persona que utiliza el coche para sus desplazamientos al trabajo (con un recorrido medio diario aproximado de 15 km) emite unas 2 toneladas de CO2 al año sólo por esta razón.

¿Y qué decir del lento y engorroso tráfico?
Estudios realizados han demostrado que la batalla cotidiana contra el tráfico aumenta la presión arterial, disminuye la tolerancia, provoca frustración, mal humor y agresividad.
Y sabiendo que las probabilidades de desarrollar enfermedades de tipo cardiovascular para un ciclista son casi nulas, siendo esta la causa número uno de muerte y discapacidad en Estados Unidos y de la mayoría de países europeos (datos disponibles hasta 2005), que normalmente es debido al consumo de tabaco, la falta de actividad física y una alimentación poco saludable.




Así pues la bicicleta es un medio de transporte, sostenible, para nosotros y para el medio ambiente, barato y rápido; pero carece de cierta seguridad debido a la situación actual española y a la ausencia de kilometraje de carril bici en muchas ciudades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario